En esta oportunidad, les voy a contar un poco de lo que he aprendido sobre este peculiar tipo de ganado: las vacas miniaturas. Desde siempre me llamo la atención el comportamiento y nobleza de este animalito, su carácter apacible y de conductas rutinarias.
Paseando por los paisajes aragüenos, vía Magdaleno, una población del Edo. Aragua, Venezuela, la vista se me perdía entre el verdor y las vacas, me gustaba el olor entremezclado del pasto, el manure y la vida campestre. Era nuestro paseo obligado, disfrutábamos recorriendo ese largo camino y nos deteníamos a comprar en pequeños ventorrillos colocados de lado y lado de la carretera, ofreciendo productos artesanales, vasijas de barro, quesos, chicharrón, hallaquitas y hasta muebles de madera, muy famosos por cierto en todo el país.
Al llegar a Florida , específicamente a la ciudad de Lake Mary, me di cuenta que todo aquello, pasaría a ser de las cosas que mas extrañara de mi natal Venezuela, así que me adapte a otro tipo de vida y a otro tipo de paseo.
Con el correr de los días y envueltos en una especie de ola que te arrastra de afuera hacia adentro y adentro hacia afuera sin que puedas controlarlo, fuimos entendiendo que la dinámica aquí, era muy diferente y que los tiempos para descansar eran escasos, así que cuando nos sentíamos muy sobrecargados, empezábamos a dar vueltas sin rumbo en el carro, con los niños, un poco para conocer y otro poco a manera de distracción.
Así conocí este hermoso y querido pueblito llamado Sanford, que es una mezcla entre la vida campestre y la ciudad.
Lo primero que llamó mi atención y me conectó con mis recuerdos, fueron las vacas, recuerdo haberle dicho a mi esposo: “ nunca había visto una vaca peluda” ja,ja,ja, y es que en Venezuela, la vaquita llanera, no es peluda.
En ese momento pensé, “algún día, tendré un terreno y criare mis vacas”. Por eso al mudarme a una casa, en Sanford, con algo de terreno, se me ocurrió empezar a buscarle la vuelta a aquella idea que había tenido aquella vez.
Me tropecé de frente con las leyes y disposiciones de aquí y me di cuenta que si acaso, podía tener solo una vaca, lo comente en varias oportunidades hasta que por suerte un primo me hablo de las vacas miniaturas o vacas enanas.
Como estaba escrito que ellas y yo nos encontráramos, hubo una exposición de animales a la que asistió mi familia y ellos me trajeron mas información y así inicie la búsqueda.
Primero llego “Nube de Agua”, luego siguió “Flor de Mayo” y después llegaron Mariposa y mi negro, mi Toro “Orinoco”.
Ha sido una experiencia extraordinaria, es una especie de mascota grandota, son muy bien portadas, les gusta las rutinas, son un reloj, si se te olvida alguno de tus deberes para con ellas, te lo van a recordar.
Son rencorosas, no olvidan fácilmente y algo malcriadas, por mi culpa, pero funcionamos, que es lo importante.
Se quieren y se protegen las unas a las otras, se levantan cuando sale el sol y saben que es hora de salir a dar su vuelta alrededor de la casa, pasan el día pastando y pasado el medio día ya quieren regresar al potrero, piden sus granos, beben agua fresca y se acuestan a rumear.
Antes de caer la tarde se acicalan entre si y !listo! Ya se preparan para acostarse en grupo, siempre en grupo, son unos animales hermosos, les gusta estar en familia, en eso, nos parecemos mucho.
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